Como docentes está en nuestras manos la labor de guiarles en este proceso de desarrollo personal, proporcionándoles la información necesaria y facilitando el desarrollo de sus competencias para fortalecer y crecer en ese desarrollo con un espíritu de esfuerzo, de iniciativa, de cambio personal y social donde entre todos construyamos un mundo mejor para todos.
Nuestra labor comienza en el aula, en el centro, con todas las actividades que les competen, haciéndoles ver la necesidad y consecuencias de su implicación en las mismas; como decía anteriormente, tanto a título personal como social, de grupo.
Esto se puede llevar un poco más allá realizando actividades de aprendizaje-servicio, desde las cuales el propio alumnado vea las necesidades que hay en la sociedad y cómo desde su iniciativa, ilusión y ayuda puede facilitar un progreso, un crecimiento tanto hacia él/ella mismo como hacia los otros.
Durante estos dos años de pandemia, este tipo de actividades no las hemos podido llevar a cabo, pero antes de esta circunstancia, una de las actividades que se realizaban desde nuestro centro era que el alumnado de 6º de primaria participaba en una actividad de cooperación intergeneracional con enfermos de alzheimer. A través de un aprendizaje- servicio, este alumnado tenía formación teórica con el psicólogo del centro de día, asistiendo posteriormente a las terapias del centro, interactuando, cooperando y ayudando en el trabajo cognitivo diario de los pacientes.
A través de estas actividades, el alumnado, partiendo de una realidad social, muchas veces vivida desde sus propias familias, se pone en la piel del otro, empatiza con la realidad, se da cuenta de cómo puede ayudar en función de las necesidades; en definitiva le ayuda a crecer un poco más responsable hacia los demás generando en él, un mayor crecimiento personal, partiendo de la propia realidad.
Estos años de pandemia ha generado en todos nosotros un tipo de enseñanza diferente, con mayor cercanía a recursos digitales y por ello, todos/as nos hemos tenido que enfrentar a las posibilidades que éstas nos generaban pero también a los peligros que nos podía llevar su uso o mal uso.
Por ello se vio necesario partir de actividades tales como INCIBE, donde a través de cursos para el alumnado y profesorado nos acercan a una formación en materia de ciberseguridad, visitas por parte de la Policía donde se acercaban a ellos ofreciéndoles información sobre esta temática y acercándoles desde otros ámbitos a estos profesionales, haciéndolos más cercanos y dando una visión de ayuda diferente por parte de los mismos. Partimos por tanto de necesidades y facilitamos información.
Este año, como celebración al Día de la Paz, conocimos a varios Premios Nóbeles que representaban su título gracias a su lucha por la libertad de expresión, por su lucha ante los derechos. Y para lograrlo es fundamental tener una base fuerte de conocimientos, de información, de toma de decisiones, de responsabilidad, de espíritu crítico, de representación hacia todos...
Para mí, el mayor reto para la participación infantil es precisamente ayudarles a crecer con conciencia, con conocimiento, con responsabilidad. Esto les hará ser capaces de tener opinión y competencias para poder darle luz a esas opiniones con responsabilidad y sentido crítico.
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